Potenciando el músculo de tu empresa

​Es muy probable que el Slogan más escuchado hoy en día en organizaciones alrededor del mundo (independientemente de su tamaño) sea "Lo más importante es nuestra gente" o "Nuestra gente hace la diferencia", y a pesar de que pueda sonar un poco cliché, no están mintiendo.

Independientemente de todos los avances tecnológicos en las últimas décadas, nuestra especie sigue siendo el músculo, el factor fundamental en la ejecución de la gran mayoría de los procesos organizacionales. No es de extrañarnos entonces, que las grandes compañías inviertan grandes cantidades de recursos en una gestión efectiva de su gente. Y es que no basta con tener una gerencia de Recursos humanos que se encargue de resolver los problemas laborales, como comúnmente sucede en nuestra región, la necesidad va mucho más allá y engloba otros aspectos un poco más profundos e influyentes en los resultados de la organización.

Es por esto, que la solución a dicha necesidad de gestión, cómo bien se deben imaginar, no es nada trivial y abarca una serie de aristas. Veámoslo como un equipo deportivo, lo primero que debemos hacer es definir correctamente la estructura de nuestro equipo, la cual no es estática (cómo muchos piensan), más bien debe mutar y re-adaptarse dinámicamente a medida que los jugadores o el juego cambia, apuntando siempre a aprovechar de manera efectiva las fortalezas de cada jugador y mitigar el riesgo que causan sus debilidades.

Una vez la estructura está claramente establecida, es sumamente importante definir por completo las funciones y responsabilidades de cada uno de nuestros jugadores, buscando generar un sentido de identificación, y que cada jugador sea responsable en la generación de resultados positivos en las funciones encomendadas.

Seguidamente es de suma importancia establecer una estructura justa, coherente, competitiva y por supuesto factible de remuneración para los jugadores, esto lo hacemos mediante las estructuras salariales de la organización. Con ella buscamos reconocer objetivamente el esfuerzo y dedicación que cada jugador pone en su respectiva posición y por supuesto identificar y premiar aquellos jugadores estrella que nos pueden llevar a alcanzar competencias más importantes, esto va a servir de factor motivante para dar siempre el 110% de esfuerzo.

Ahora bien, es difícil jugar un juego de cualquier deporte si no se conocen las reglas, es por esto que el siguiente paso en nuestro proceso de optimización del equipo se llama alineamiento y gobernabilidad. Debemos dejarles absolutamente claro a todos los miembros, cuáles son las políticas, procesos y procedimientos para la ejecución de sus labores, de esta manera el juego se desenvolverá de la manera más limpia posible debemos recordar que en todo partido siempre existe un árbitro externo (ministerios, ISO, etc.) velando porque estas reglas se estén cumpliendo en todo momento, de lo contrario el equipo completo puede sufrir las penalizaciones que el árbitro considere pertinentes e incluso quedar descalificados del torneo.

Ya tenemos el equipo estructurado, ya cada jugador sabe lo que debe hacer y como lo debe hacer, lo que queremos ahora, es asegurarnos de que lo puede hacer bien, y esto sólo se logra con un proceso efectivo de capacitación y desarrollo, que busque detectar oportunamente aquellas brechas que pueden existir entre lo que se debe y lo que se puede hacer por falta de capacidades y cerrarlas, dando como resultado jugadores mucho más aptos para el cumplimiento de sus objetivos y por ende un equipo solidificado, listo para cualquier adversario.

El último paso que debemos dar como equipo es prepararnos para el crecimiento o la sustitución de algún jugador lesionado o expulsado, y esta aunque lo parezca, no es una tarea sencilla. El equipo debe contar con procesos efectivos y eficientes de reclutamiento y selección, que garanticen que cada vacante será llenada con nada menos que el mejor jugador posible, con la mayor capacidad de adaptación a nuestro esquema de juego y por supuesto que este dentro de nuestro presupuesto. Esto hará que independientemente de lo demandantes que sean las competiciones a futuro, el equipo siempre estará a tope en absolutamente todas las posiciones.

Como se puede apreciar hay bastante que definir, organizar y gestionar para poder alcanzar la tan anhelada optimización del recurso humano en las organizaciones, la buena noticia es que no estás sólo en este proceso. En Galéxito ya hemos transitado esta ruta, conocemos sus dificultades, pero también como salir de ellas. Es por esto que estamos dispuestos a acompañarlos en este proceso de crecimiento junto con nuestros aplicativos tecnológicos y consultoría, buscando convertirnos en tu mejor aliado para lograr ser un equipo de talla mundial.

-Ing. Manuel Perez - Gerente País @Galéxito